El ciclo menstrual se suele ver como una piedra en el camino a la hora de ser productiva en el trabajo, pero nada más lejos de la realidad. No hay momentos en este ciclo en los que seas menos productiva, sino que cada fase te predispone a desarrollar mejor unas tareas que otras, haciendo que, por ejemplo, en determinados momentos lleves mejor a cabo proyectos creativos y que en otros tengas más energía para realizar trabajos más demandantes físicamente.
Conocer en qué momento te encuentras del ciclo es clave para organizar bien tus tareas y poder dar lo mejor de ti en cada una de ellas. ¿Quieres saber cómo aprovechar tu ciclo menstrual para adaptar tu trabajo a él y no al revés? En este artículo te lo contamos.
El ciclo menstrual es un proceso de cambios hormonales que experimenta el cuerpo de la mujer todos los meses y que suele durar entre 24 y 38 días. Estas variaciones hormonales (como los estrógenos y la progesterona, entre otras) son las causantes de que la mujer esté más predispuesta a realizar determinadas tareas en diferentes fases del ciclo.
El primer paso para conocer tu ciclo y poder adaptar tu trabajo a él y a sus ritmos es empezar a crear tu propio calendario menstrual o ciclograma. Cada mujer y cada ciclo es diferente, al igual que las realidades laborales. Este calendario te ayudará a saber en qué fase de tu ciclo te encuentras para sacarle el máximo partido.
🗓 Este ciclo se compone de 4 fases.
Esta es la primera fase del ciclo y tiene una duración de máximo 7 días. En este periodo estarás más predispuesta para desarrollar procesos creativos y tareas artísticas y reflexivas. En esta fase, se recomienda que la carga de trabajo sea más moderada. Además, si el sangrado es abundante se produce una gran pérdida de hemoglobina y hierro y, por tanto, puedes sentirte más débil.
Esta fase suele situarse entre el día 7 y 14 del ciclo y se caracteriza por una mayor capacidad de trabajo y una alta recuperación, lo que quiere decir que se pueden asumir cargas de trabajo elevadas e intensas.
Al contrario que en la fase anterior, en esta se produce un aumento de la energía debido a que suben los niveles de progesterona en sangre. Además, es muy recomendable realizar tareas más racionales y con una exigencia mental y física alta. También es un buen momento para empezar nuevos proyectos.
Tiene lugar hacia la mitad del ciclo, alrededor del día 14 del mismo. Esta fase dura muy poco, más o menos 3 días. Gracias a la elevada cantidad de estrógenos que se producen en esta etapa tus habilidades sociales se ven potenciadas, así como tu interpretación del entorno y tu empatía. Esta fase es perfecta para realizar reuniones o realizar presentaciones de proyectos.
Se desarrolla entre los días 16 y 28 del ciclo. Los altos niveles de progesterona de esta fase favorecen la intuición y el pensamiento abstracto. Es muy recomendable destinar estos momentos a la resolución de problemas que llevan tiempo estancados. Sin embargo, es más conveniente dejar de lado las tareas que requieran socialización, ya que los niveles de energía decaen en esta etapa. La fase lútea finaliza cuando se produce la caída de los niveles de progesterona, que dará lugar, de nuevo, al inicio de la fase menstrual.
👉 A la hora de empezar un calendario menstrual, debes marcar el primer y último día de tu periodo, esto te ayudará a establecer las siguientes fases. Los días que hemos establecido son orientativos y cada mujer tendrá sus propios periodos de tiempo. Lo más importante al crear tu ciclograma es que en cada fase documentes tus sensaciones para que puedas ir poco a poco adaptando lo máximo posible tu agenda de trabajo a este calendario. A día de hoy ya hay apps que te ayudan a conocer tu ciclo en un simple clic y que te muestran cuáles son tus niveles de energía y actividad.
Son varias las acciones que pueden poner en práctica las empresas para que las profesionales puedan sacarle el máximo partido a su rendimiento.
Es el momento de comenzar a ver la productividad desde una perspectiva diferente. Tradicionalmente, el rendimiento se ha medido por horas, algo que limita mucho la capacidad de organización de los propios profesionales y que provoca que tengan que adaptar su vida al trabajo y no al revés. Empezar a medir el rendimiento por objetivos y proyectos ayuda a que las personas puedan organizar las tareas según sus propias circunstancias. En concreto, esta flexibilidad horaria resultaría tremendamente beneficiosa para que las mujeres pudieran sacarle el máximo partido a su ciclo, organizando el trabajo según este.
Como hemos mencionado, hay momentos del ciclo menstrual en los que los niveles de energía y socialización descienden (como en la fase lútea) y otros en los que las actividades reflexivas se ven potenciadas. En estos casos, poder desarrollar el trabajo en un ambiente mucho más íntimo y solitario puede ser muy beneficioso. En una oficina eso es difícil y permitir el trabajo en remoto beneficiaría el rendimiento.
Además, hay mujeres que padecen menstruaciones dolorosas y que en la fase menstrual pueden preferir no trabajar y cogerse una baja o trabajar desde casa.
En Alan, somos muy flexibles tanto en los horarios como a la hora de que nuestros equipos elijan su lugar de trabajo. En ambos casos optamos por que la persona decida y se organice como mejor crea. Para ello, ponemos oficinas a disposición de nuestros profesionales para que acudan a ellas siempre que lo necesiten, pero siempre tienen la opción de teletrabajo. En este sentido existe máxima libertad.
Hay mujeres que en las fases donde los niveles de energía decaen pueden necesitar momentos de descanso, pero sin recurrir al trabajo en remoto. En estos casos el disponer de zonas habilitadas para el descanso en la oficina puede ser la solución perfecta para que repongan la energía que necesitan para seguir con el trabajo.
De hecho, hay empresas que ya permiten la siesta en el trabajo y disponen de áreas específicas para el descanso, ya que se ha demostrado que las siestas de no más de 30 minutos ayudan a retomar el trabajo con más energía.
En muchas ocasiones, las mujeres tienen que ausentarse durante su fase menstrual debido a que no disponen de los productos de higiene menstrual necesarios o de espacios que faciliten este cuidado. Ofrecer productos de este tipo en las oficinas y de baños con las comodidades necesarias puede ser de gran ayuda para que las profesionales desarrollen su actividad de manera normal y no tengan que recurrir al teletrabajo durante esos días si realmente no lo desean.
No somos robots. Nuestra naturaleza humana es cíclica y varía según el momento y la época. Tradicionalmente, las empresas han visto la productividad de una forma constante y lineal sin tener en cuenta los cambios y variaciones que el propio cuerpo y la mente pueden tener. Es el momento de comenzar a poner la salud y los ritmos de las personas en el centro y de entender que solo así se le puede sacar el máximo partido a cada proyecto.