La evidencia de nuestra encuesta nacional es clara: la brecha entre lo que los empleados españoles saben sobre salud y lo que pueden aplicar en el trabajo es grande, y tiene un coste real tanto para las personas como para las empresas. Sedentarismo, estrés y desconexión social siguen siendo problemas persistentes, erosionando la productividad, aumentando el absentismo y alimentando el riesgo de rotación.
La mayoría de los empleados españoles tienen claro qué hábitos favorecen una vida saludable: moverse más, descansar, gestionar el estrés y promover la conexión social¹.
Nuestra encuesta nacional a 800 trabajadores en España, con una muestra representativa por género, edad y situación laboral (incluyendo empleados a tiempo completo, parcial, autónomos y personas en roles híbridos, remotos, de oficina y físicos), revela una importante desconexión entre lo que sabemos y lo que realmente hacemos:
Estos desafíos están erosionando silenciosamente la productividad y el bienestar en los lugares de trabajo en España. Los problemas prevenibles como el estrés, el sedentarismo y el aislamiento ya cuestan a las empresas 16.000 euros por empleado y año en productividad y absentismo².
En los últimos 3 meses, los trabajadores encuestados han reportado perder de media 7 días laborables por bajas causadas por estrés, molestias físicas o fatiga.
¹ Organización Mundial de la Salud (2023). Health Promotion
² Cálculo del coste: basado en los datos reportados por la muestra completa (800 respuestas). Utilizamos las medias de horas y días perdidos reportado por los encuestados (incluyendo quienes respondieron cero/ninguno), las anualizamos y multiplicamos por el salario medio oficial de España según Eurostat 2024 (25,5 €/hora). Esta metodología sigue el “método del capital humano” recomendado por EU-OSHA (2014, p. 17), considerado estándar internacional y conservador en sus resultados ya que no atribuye costes indirectos.
La pérdida de productividad se calcula transformando las respuestas sobre horas perdidas por semana en valores numéricos (por ejemplo, “1–2 horas” = 1,5 horas), sumando los cuatro problemas por persona y calculando la media del total de la muestra. Este valor semanal se anualiza (×52) y se multiplica por el salario medio según Eurostat 2024 para España (25,5 €/hora). El coste por absentismo se calcula con los días de baja autoinformados por trimestre, anualizados y multiplicados por 8 horas/día y ese salario medio.
Esta metodología sigue el “método del capital humano” recomendado por EU-OSHA (2014, p. 17), considerado estándar internacional y conservador al no incluir costes indirectos.
La evidencia de nuestra encuesta nacional es clara: la brecha entre lo que los empleados españoles saben sobre salud y lo que pueden aplicar en el trabajo es grande, y tiene un coste real tanto para las personas como para las empresas. Sedentarismo, estrés y desconexión social siguen siendo problemas persistentes, erosionando la productividad, aumentando el absentismo y alimentando el riesgo de rotación.
Aunque la mayoría desea estar sana, la realidad laboral (largas horas sentado, dificultad para desconectar e incluso niveles moderados de aislamiento) dificulta transformar el conocimiento en acción. El resultado es que las empresas españolas pierden de media más de 16.000 € por empleado al año en productividad y absentismo, y casi el 40% de los trabajadores se plantea dejar su trabajo, con el bienestar como motivo principal en dos tercios de los casos.
Abordar estos retos de salud prevenibles ya no es opcional: es una prioridad estratégica para la productividad, la retención y la resiliencia empresarial a largo plazo. Las compañías que inviertan en programas de bienestar basados en evidencia, fomenten la conexión social y apoyen hábitos saludables diarios estarán mejor posicionadas para cerrar la brecha de la salud, liberar potencial oculto y retener talento.
¿Preparado para tener una plantilla más resiliente y saludable? Cerremos juntos esa brecha.