Si eres de los que se llevan el móvil hasta dentro del agua "por si acaso", tenemos algunos consejos para que consigas desconectar más en vacaciones y vuelvas con las pilas cargadas.
¿Eres de los que en vacaciones desaparece y cambia el móvil por el mojito? ¿O eres más de los que se lleva el móvil hasta dentro del agua “por si acaso”? Si eres del segundo equipo, tenemos algunos consejos que compartir contigo para que empieces a desconectar más en vacaciones, las disfrutes como te mereces y vuelvas con las pilas cargadas.
Según el primer Barómetro de Alan sobre la Salud Mental de los trabajadores elaborado por Alan España, el 65% de los españoles tiene dificultades para desconectar del trabajo, siendo aún más difícil para las mujeres.
Además, los equipos que teletrabajan afirman que les cuesta más desconectar que aquellos que van presencialmente a la oficina, pues solo desconectan el 31% frente al 41%.
En definitiva, ¿sabemos desconectar por vacaciones? NO rotundo.
Hace un tiempo os contamos cómo las empresas pueden ayudar a sus equipos a desconectar durante las vacaciones. Os dimos algunos tips para que las organizaciones fomentasen dinámicas de desconexión.
Pero esta vez hemos querido hablaros directamente a vosotros para que, de primera mano, seáis los propios trabajadores y trabajadoras quienes aprendáis a poneros límites a vosotros mismos y a vuestro equipo de trabajo durante los momentos de relax. Porque todos sabemos que, muchas veces, aunque la empresa respete nuestros momentos de descanso y vacaciones, somos nosotros los que no podemos dejar de pensar en el trabajo. Muchos de estos consejos no son solo para desconectar en vacaciones, también podéis usarlos para aprender a desconectar en vuestro día a día y fomentar así la conciliación, la salud mental y el autocuidado.
Seguro que esta situación te suena: estás en tu tumbona, junto al mar, con un mojito en la mano y de repente tu mente empieza a dar vueltas, “¿le habrá mandado mi compañero el mensaje al cliente?”, “a la vuelta tengo que revisar los documentos sin falta”, “¿le habrá quedado claro al equipo cómo tiene que ser el lanzamiento?”... Si eres una persona a la que le cuesta desconectar en vacaciones, seguro que este es el pan de cada día en tus vacaciones. Para que esta vocecilla desaparezca o se calme viene muy buen dejar listo un documento Handover antes de irte.
Un documento Handover es un escrito en el que una persona que se va temporalmente le transmite a otra que le va a sustituir los conocimientos y tareas que tiene que poner en práctica durante ese tiempo. En él se incluyen todos los proyectos en los que la persona está trabajando, en qué estado están, sus deadlines, los miembros del equipo, pasos siguientes, etc. Es decir, todo lo necesario para que el sustituto pueda ocupar el puesto de la misma manera que la persona que se va.
¡Anímate a hacerlo! Y si te quedas más tranquilo, también puedes añadir un teléfono de contacto de urgencia para que puedan contactar contigo si es necesario. Si necesitas hacer varios documentos para diferentes personas, te recomendamos que lo hagas. El objetivo es que sientas que, pese a tu ausencia, todo está bajo control. Después de eso, sí que es importante hacer un trabajo de confianza en el equipo y en todos los compañeros.
Cuando se ponen al alcance de los profesionales herramientas como formaciones, charlas con personas que han vivido situaciones de ese estilo o recursos de otro tipo, las personas son capaces de detectar a tiempo cuándo necesitan ayuda y de prevenir malas situaciones.
Los profesionales son conscientes de ello y, por eso, el 82% cree que sería eficaz poner en marcha formaciones de psicología para tratar dificultades propias o ajenas.
Apostamos a que más de una vez te has sentido mal por decirle que no a tu jefe o a tus compañeros cuando te han pedido algo justo antes de tus vacaciones y has acabado o llevándotelo en la maleta o haciendo horas extra, con todo el estrés que ello supone. Aprender a poner límites no es fácil, pero es algo importante para que tus días de relax sean fructíferos y para que los días previos a tus vacaciones no se conviertan en un auténtico caos.
También puede ocurrir que durante tus días off alguien de la oficina te contacte y no sepas cómo decirle amablemente que ahora mismo no puedes atenderle. En cualquier caso, te dejamos algunos ejemplos de cómo rechazar solicitudes de forma amable:
Como ves, todo se puede comunicar de una forma amable, sin ofender a nadie y dejando claros tus límites. Lo ideal es siempre ofrecer una alternativa a la persona que está contactando contigo, y no darle un simple “no” por respuesta. Si los mensajes los quieres enviar durante tus vacaciones, los puedes automatizar y así despreocuparte al completo.
Lo ideal es dejar de lado el mundo laboral durante las vacaciones, pero no siempre se puede. Si es un imposible por razones de responsabilidad o a tu mente le cuesta desconectar en vacaciones al completo y forzarte a ello te resulta más estresante que contestar a los mensajes en vacaciones, permítete hacerlo, pero con límites.
Puedes marcarte un horario limitado y fijo durante tus vacaciones para contestar mensajes y revisar el email. Intenta cumplirlo y no excederte, ya que ser absorbido por el trabajo es algo que ocurre de forma fácil y sin que apenas nos demos cuenta. Solo de esta forma podrás comprometerte con tu descanso, tu familia y tu salud (tanto mental como física). Y si hay alguna actividad durante las vacaciones a la que debas (y quieras) asistir que se solapa con tus horarios de responder mensajes, prioriza esa actividad, siempre habrá tiempo de responder más tarde.
Este consejo es para ponerlo en práctica tanto antes, como durante las vacaciones, e incluso después. El mindfulness es un método de relajación que trabaja la atención plena en el momento presente para conseguir vivir de forma completa en el aquí y el ahora y evitar que la mente esté constantemente pensando en el pasado y en el futuro.
Recientes estudios neurocientíficos han demostrado que esta práctica produce cambios reales en la morfología y la función cerebral. Además, su efectividad reduciendo el estrés también está comprobada.
Empezar a practicar mindfulness no es difícil, quizás lo más complicado es ser constante con su práctica, ya que sus beneficios solo se experimentan si se adquiere como hábito. Sin embargo, solo se necesitan pocos minutos al día (al comienzo) e ir aumentando el tiempo conforme se vaya adquiriendo más práctica.