¿Qué tipo de liderazgo se lleva a cabo en tu empresa? Esta no es una pregunta menor, pues hasta el 70% del clima laboral y el 30% de los resultados económicos empresariales están influenciados por cómo se comportan los líderes con sus equipos.
Estilos de liderazgo hay muchos: autocrático, burocrático, transaccional, carismático… No todos son excluyentes, ya que hay algunos que se combinan muy bien entre sí. Sin embargo, el que ha demostrado favorecer más el Healthy Business es el conocido como liderar con el ejemplo, en el cual lo que se dice, lo que se piensa y lo que se hace están alineados.
Liderar con el ejemplo es un tipo de liderazgo que consiste en que el manager adopte los comportamientos y actitudes que quiere ver en el resto de integrantes del equipo.
Y es que, los comportamientos de los líderes son los que están más en el punto de mira por parte de los miembros de una empresa e, incluso, al final del día, la mayoría tenderá a comportarse de la misma manera que el líder, pues este inspira y marca el camino. En definitiva, liderar con el ejemplo se basa en la idea de que los hechos son más importantes que las palabras.
Hay tipos de liderazgo que, por su propia definición, no se pueden implementar a la vez que liderar con el ejemplo, como es el caso del:
👨💼 Liderazgo autocrático: donde apenas se produce una participación significativa de los equipos en las decisiones. Puede provocar bajo sentimiento de pertenencia al equipo, baja motivación y destrucción de la creatividad.
👨💼 Liderazgo burocrático: donde no hay espacio para la improvisación o las ideas nuevas y el líder se asegura de que todos los equipos actúen rigurosamente según las reglas. Genera un bajo nivel de socialización entre los equipos, la despersonalización de los profesionales y un ambiente de trabajo tenso.
Sin embargo, hay otros tipos que, al combinarse con liderar con el ejemplo, pueden potenciar sus beneficios. La puesta en práctica de uno u otro vendrá determinada, muchas veces, por la propia personalidad del líder:
🙋 Liderazgo carismático: lo ejercen aquellas personas que son capaces de inspirar profundamente a quien está a su alrededor, provocando que aumente su motivación, entusiasmo y sentimiento de pertenencia.
🙋 Liderazgo participativo: pese a que el líder es quien toma la última decisión, invitan a los equipos a que participen durante el proceso de toma de decisiones, teniendo en cuenta sus aportaciones. Esto no solo incrementa el nivel de satisfacción de los profesionales, sino también la posibilidad de que desarrollen nuevas habilidades como la confianza, la oratoria y el pensamiento crítico.
¿Qué sentido tiene predicar unos valores que ni tú mismo cumples? Este es el paso más básico para conseguir liderar con el ejemplo, pues si desde los puestos de liderazgo no se respeta la cultura corporativa, es imposible que llegue a interiorizarse en el resto de equipos.
Como explicamos en nuestra guía de Healthy Business, la cultura y los valores no solo se demuestran de forma interna, sino también externa. De esta forma, un líder debe no solo debe dar ejemplo con su comportamiento al dirigirse a sus equipos, sino también al tratar con los clientes.
Al diseñar los valores sobre los que quieres que se sustente tu negocio, no abuses y establezcas parámetros que no puedes cumplir. Es preferible ser prudente e ir añadiendo poco a poco prácticas y dinámicas cuando se puedan asumir.
Experimentar de primera mano lo que viven las personas que trabajan en tu empresa te ayudará a ti a comprenderles mejor y a ellos a verte como alguien comprometido y no como una persona distante e inaccesible. Además, también contribuirá a ir construyendo poco a poco una confianza entre líder y equipo.
Para conseguirlo, puedes dedicar de forma periódica espacios en tu agenda para visitar a los diferentes equipos y conocer cómo trabajan. No se trata de que hagas su trabajo, sino de que tu presencia les haga ver que hay alguien que se preocupa por su trabajo y de que sus objetivos tienen un sentido.
No hagas que tu equipo pierda una gran oportunidad de aprendizaje y crecimiento. Dignificar el error es una de las mejores cosas que puedes hacer.
Somos personas y el simple hecho de decir “lo reconozco, me he equivocado” y de asumir la responsabilidad logrará que, con el paso del tiempo, estés rodeado de equipos más maduros que no trabajen con una constante presión insana por la perfección. Todo lo contrario, conseguirás trabajar con personas seguras, atrevidas, pero a la vez responsables.
Normalmente, se suele decir más lo malo que lo bueno. Al hacer esto, provocas que los compañeros no tengan tanta predisposición a felicitarse unos a otros por el trabajo bien hecho, cuando esto es un elemento clave de la motivación, la ilusión y la seguridad de un profesional.
Sé el primero en felicitar públicamente a los equipos cuando algo está bien hecho. Pero, por qué no de forma privada, te preguntarás. En Alan, uno de nuestros valores principales es la transparencia y tanto lo malo (si no es nada personal) como lo bueno, lo decimos de forma pública. De esta manera, nuestros profesionales saben que no hay cuchicheos, verdades ocultas o falsedad en el lugar de trabajo y consiguen involucrarse más en los proyectos, confiar más en sus compañeros y sentirse más cómodos en el lugar de trabajo.
Como hemos dicho antes, dar feedback está genial, sirve para que tus equipos puedan hacer su trabajo cada día un poco mejor, ¿pero qué hay del tuyo? La opinión de los que trabajan en tu empresa es la que más debe de importante para seguir creciendo, pues nadie mejor que ellos para ver las necesidades de la organización.
En Alan, una de las cosas que hacemos para evaluar si nuestras dinámicas de Healthy Business están funcionando es llevar a cabo encuestas entre los profesionales. Puedes utilizar la misma herramienta para preguntar a tus equipos sobre lo que desees, también sobre qué opinan del liderazgo que existe en la empresa. Las personas se sentirán valoradas, escuchadas y potenciarán su sentimiento de pertenencia al grupo, haciendo a la vez que tu retención de talento aumente.
Cuidar de tu salud física y mental te ayudará a poder dar el 100% en tu trabajo y a liderar de la manera en la que deseas hacerlo. Un líder agotado, estresado o ansioso que no trabaja en cuidar su salud mental es un líder que no puede darle a su empresa lo que necesita.
Si cuidar del bienestar de tus equipos es fundamental para aumentar la productividad en el trabajo, también lo es para ti.
Esperamos haberte ayudado a marcar los primeros pasos para conseguir ser ese líder que quieres llegar a ser y hacer de tu empresa un lugar más sano, próspero y humano.