Cuando el relax de los días sin horarios se sustituyen por las obligaciones laborales, muchas personas se notan desmotivadas e, incluso, con ansiedad. En este artículo te mostramos algunos consejos para que ayudes a tu equipo a salir de esta situación.
Te proponemos un ejercicio: piensa en cómo era tu rutina mientras estabas de vacaciones, recuerda bien todo lo que hacías, y luego piensa en cómo es tu rutina ahora que has vuelto al trabajo. No se parecen en nada, ¿verdad? La tranquilidad, la paz, los días sin horarios y el relax se han sustituido por la alarma, las responsabilidades, la entrega de proyectos y también por todas las obligaciones que van más allá del trabajo.
Ante este cambio tan brusco, muchas personas se notan desmotivadas, excesivamente cansadas, desencantadas, tristes e, incluso, con ansiedad. Tus trabajadores pueden estar pasando por ello y en este artículo queremos mostrarte cómo puede afectar a su rendimiento y algunos consejos para que les ayudes a salir de esta situación.
La depresión postvacacional o síndrome postvacacional consiste en un cambio brusco del estado de ánimo que sufre la persona al volver de sus vacaciones o cuando se da cuenta de que le queda poco tiempo para volver. Generalmente, esta situación es transitoria (suele durar unos quince días) y forma parte de un proceso normal de adaptación a la nueva rutina, por lo que no está catalogada como una enfermedad. Pero también puede ocurrir que se prolongue en el tiempo y afecte al bienestar, calidad de vida y rendimiento normal de la persona, haciendo que esta necesite ayuda profesional.
Aunque el síndrome postvacacional no esté considerado como una enfermedad por la comunidad científica por una falta de consenso, cada vez se le está prestando más atención y los estudios al respecto van aumentando con el paso del tiempo.
Sin embargo, aunque se le llame “depresión”, no debemos caer en el error de pensar que si tenemos síndrome postvacacional hemos caído en una depresión clínica. Pues aunque este síndrome hace que la persona sienta malestar, no llega a ser un trastorno depresivo.
La depresión clínica es una patología que debe ser tratada por un profesional y que afecta a la persona de una forma grave, existiendo un gran riesgo para su salud mental. La depresión postvacacional, aunque tiene muchos síntomas negativos, no desgasta tanto la salud mental.
Pese a sus diferencias, ambas son motivo suficiente para que la persona acuda a un psicólogo que le ayude a superarla.
Pero las consecuencias no son solo psicológicas y emocionales, los trabajadores también pueden experimentar síntomas físicos como sudoración, mareos, palpitaciones o debilidad muscular.
Las empresas en las que existe una mayor desorganización en el día a día y en las que no existe una buena comunicación entre los equipos son el caldo de cultivo perfecto para que aparezca este síndrome. Esto se debe a que los trabajadores no se irán tranquilos cuando les toque desconectar, haciendo que durante sus vacaciones surjan pensamientos rumiantes sobre si estará todo bien en su ausencia y que no puedan desconectar al 100%. A su vuelta también les tocará sufrir un alto nivel de estrés para ponerlo todo en orden. Esos dos factores aumentan las posibilidades de sufrir depresión postvacacional.
Para evitarlo, es muy importante que se establezcan canales de comunicación efectivos, además de favorecer una reincorporación progresiva.
Muchas veces, la causa de la aparición de este síndrome se debe a la percepción, contexto o a la propia vivencia de la persona. Es decir, no estaría tanto en su tipo de trabajo y dinámica, sino en cómo afronta la vuelta a la rutina. En esos casos, la ayuda de un profesional que oriente al trabajador y le ayude a enfrentarse mejor a estos cambios puede ser crucial. En Alan podrás encontrar un seguro de salud completo que incluye servicios de psicología al que los profesionales pueden recurrir siempre que lo necesites. Según nuestro Barómetro de Salud Mental, el 85% de los trabajadores españoles cree que implicar a profesionales de la psicología es la mejor forma de mejorar la salud mental en el ámbito laboral. Por tanto, esta acción podría servir tanto para mejorar el rendimiento de los equipos, como para aumentar la tasa de retención al ofrecerles un servicio que la mayoría demanda.
Disponer de espacios de descanso en la oficina puede ayudar a todos los trabajadores, pero en especial a las personas que vuelven de vacaciones, ya que los pueden utilizar para tomarse descansos más prolongados si los necesitan o si se sienten saturados a su vuelta al trabajo.
Por otro lado, ofrecer beneficios sociales como los abonos al gimnasio puede ser especialmente interesante en esta época. Practicar ejercicio ayuda a liberar endorfinas y reducir el estrés, uno de los síntomas de la depresión postvacacional. Aunque esto no es algo muy común en España, empresas como Netflix ya ofrecen gympass en las ofertas de trabajo a sus empleados.
¿Crees que tu empresa realmente está dándole a los trabajadores lo que necesitan para reincorporarse al trabajo tras las vacaciones de la mejor manera posible? Si no es así, esperamos haberte ayudado a coger ideas interesantes que incorporar en tu compañía para estar cada día un paso más cerca del Healthy Business.