En Alan, nuestra misión es darle a cada persona el poder de influir activa y positivamente en su salud. Deseamos ante todo crear un mundo más saludable. Y eso también incluye el medio ambiente.
Un paso fundamental hacia el control de nuestras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es medir nuestro impacto ambiental a través de una medición de la huella de carbono.
Así que, ¿qué impacto tiene Alan? ¿Es posible hacer un análisis interno de tu huella de carbono? ¡Averigüémoslo!
Medir la huella de carbono consiste en cuantificar las emisiones directas e indirectas de gases de efecto invernadero relacionadas con las actividades económicas de una entidad.
La idea es sencilla, en principio: en lugar de contar euros, cuentas... ¡gastos de carbono!
Al descomponer cada actividad de nuestra empresa en unidades distintas cuyas huellas de carbono son conocidas, podemos medir nuestras emisiones globales de GEI según una metodología determinada y certificada.
En Alan nos gusta hacer las cosas nosotros mismos. Entenderlas, estudiarlas y, sobre todo, nos gusta avanzar rápido. Recurrir a consultores externos para medir nuestra huella de carbono puede tener el resultado opuesto.
Además, una parte significativa de los factores de emisión certificados utilizados por todas las partes interesadas (ADEME, la agencia para la transición ecológica del gobierno francés, consultores externos, etc.) son muy inciertos. Por ejemplo, el ratio monetario utilizado por la ADEME para calcular la huella de carbono de la compra de servicios bancarios: 110 kgCO2 emitidos en promedio por cada 1000 €... con una incertidumbre del 80%.
Por lo tanto, lo que podrías haber ganado desglosando tus categorías de emisión con un nivel de precisión muy alto con la ayuda de consultores no sirve de mucho por el nivel de incertidumbre de categorías más grandes.
Así que, para ahorrar tiempo, dinero y realmente entender nuestras emisiones, decidimos medir nuestra huella de carbono de forma interna, respetando la metodología oficial.
Esto requiere sumergirse de forma profunda en tus datos internos (facturas, inventarios, auditorías internas...) y requiere una buena organización, pero la tarea no es tan ardua si solo estás interesado en las órdenes de magnitud. La ventaja es que podemos encontrar otras fuentes de gasto superfluo y podemos ahorrar dinero además de carbono para el planeta.
Ya hicimos una medición de nuestra huella de carbono en 2020. Pero desde entonces Alan ha crecido considerablemente, así que era hora de actualizarla para el año 2022 (los datos necesarios para 2023 aún no están disponibles).
La huella de carbono se mide en CO2e (CO2 equivalente). De esta forma podemos agrupar todas las emisiones de distintos gases de efecto invernadero, cada uno con un impacto medioambiental diferente, en una única métrica.
Convertir un dato de actividad en CO2e siempre implica usar esta fórmula básica:
Cantidad de GEI (kgCO2eq) = Cantidad de actividad * factor de emisión
Un factor de emisión representa la cantidad de CO2e emitida por unidad de actividad (kgCO2e/unidad).
Hay dos tipos de factores de emisión:
De relación física:
De relación monetaria:
Por lo tanto lo que hemos de hacer es aplicar este principio a todas nuestras categorías de emisión:
Son las emisiones directas de GEI por parte de la empresa. Por ejemplo en calefacción por gas, vehículos de empresa o fugas de gas (¡0 en Alan!). Si tu empresa produce objetos físicos, deberás investigar un poco el tema…
Emisiones indirectas de GEI relacionadas con el consumo de energía. Básicamente, tu factura de la luz.
Calculamos estas emisiones a partir de las facturas de electricidad de nuestras oficinas, utilizando el factor de emisión monetario de la mezcla energética francesa, como una aproximación para todo nuestro consumo eléctrico. El Ministerio para la Transición Ecológica tiene sus propios factores de emisión para España.
También incluimos el consumo de los ordenadores de las personas que trabajan en remoto.
Otras emisiones indirectas.
Huella digital: servidores, redes de telecomunicaciones 🤖
Esta huella se calcula en base a nuestra huella de carbono realizada con Carbo en el año 2020, teniendo en cuenta que, según nuestros informes de consumo, nuestro uso global de servicios en la nube se triplicó en dos años.
La metodología utilizada está disponible (en francés).
Compra de alimentos 🍲
A partir de los informes de consumo de nuestro proveedor, Frichti, calculamos la huella de carbono promedio de los platos utilizando los factores de emisión de los ingredientes principales.
Dado que Frichti cubre el 70% de nuestros gastos en alimentos, las emisiones restantes se ajustan proporcionalmente.
Transporte 🚂
A partir de nuestros gastos, contabilizamos la distancia recorrida por nuestros equipos en cada medio de transporte.
Luego, las emisiones se calculan utilizando los factores de emisión en kgCO2eq/km, para avión, tren, coche, etc.
Oficinas: construcción, servicios de mantenimiento, consumo de agua… 🏢
Las emisiones relacionadas con la construcción de nuestras oficinas, amortizadas durante 50 años, se calculan según la superficie alquilada, utilizando un factor de emisión en kgCO2/m2.
Las emisiones restantes se calculan a partir de nuestras facturas y de los factores de emisión monetarios.
Compra de equipo: equipos informáticos, de oficina… 🖥️
La huella global de nuestros activos materiales se calcula utilizando la huella de carbono de cada producto proporcionada por el fabricante, con una amortización de 3 años.
Compra de servicios: publicidad, auditorías, abogados… 👔
Si tu proveedor sabe su huella de carbono, podemos calcular la parte de la que Alan es "responsable", es decir, nuestra factura en relación con los ingresos anuales del proveedor.
Si no la sabe, usamos los ratios de los factores de emisión y calculamos las emisiones a partir de las facturas.
Compra de software 💿
La metodología es la misma que para la compra de servicios.
En nuestro caso, nos basamos en el cálculo realizado en 2020, y aplicamos un aumento de nuestras emisiones proporcional al incremento de gasto.
Gracias a todo esto, hemos conseguido medir nuestra huella de carbono entre enero de 2022 y diciembre de 2022 (ambos incluidos):
Paralelamente a nuestra expansión (+100% de empleados en 2 años), hemos implementado un plan de crecimiento razonado que nos permite ser más eficientes a gran escala.
La evaluación de nuestras emisiones realizada con Hello Carbo para el año 2020 mostró que nuestra huella de carbono estaba muy por debajo del promedio de nuestro sector. En 2022 seguimos estando muy por debajo de la media del sector.
La disminución de nuestra intensidad de carbono refleja el éxito de Alan en controlar sus emisiones aún con un fuerte crecimiento. En dos años:
Aunque estos análisis muestran resultados muy positivos, hay que tomar estos datos con precaución debido a varias limitaciones. Principalmente dos:
Medir la huella de carbono es solo el primer paso hacia un impacto positivo.
Nuestro objetivo es seguir reduciendo nuestra intensidad de carbono a medida que desarrollamos nuestras operaciones.
Esto implica que debemos seguir siendo frugales, estar atentos, sensibilizar a los equipos internos y externos, y continuar internalizando estos temas estratégicos tanto para Alan como para sus clientes y para todos en general.