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    La huella de carbono de Alan. Nuestro primer estudio concluido en 2021

    La huella de carbono de Alan. Nuestro primer estudio concluido en 2021
    Actualizado el
    16 junio 2023
    RSC
    Actualizado el
    16 junio 2023
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    Resumen

    ☁️ ¿Por qué es importante medir la huella de carbono?

    No vamos a decir nada nuevo, pero nuestro planeta está sufriendo un gran cambio climático que tendrá un gran impacto en los ecosistemas naturales y nuestra civilización. (La prueba: la temperatura media es ahora de 1,5 ℃ superior a la época preindustrial). El GEIC (Grupo de Expertos Intergubernamental del Cambio climático) indica que las emisiones de dióxido de carbono causadas por el hombre deberían de bajar un 45% de aquí a 2030 si queremos limitar el calentamiento global a los 1,5 ℃.   

    Con estos datos está claro que es necesario que todos (ciudadanos, estados y empresas) pongamos de nuestra parte. Por eso en Alan decidimos informarnos sobre el tema medioambiental y trabajar para limitar nuestro impacto. 

    Querer actuar está muy bien, pero para hacerlo primero es necesario cuantificar el impacto, para poder compararnos con la media de la industria y definir las mejoras a llevar a cabo de la mejor manera posible. Para ello, medir las emisiones de gas ligadas a la actividad económica de la empresa es de gran utilidad, es decir, medir nuestra huella de carbono. Concretamente, el estudio de la huella de carbono es una evaluación realizada por expertos en materia de emisiones de gas directos e indirectos con una metodología específica y certificada. Y cuando este estudio lo aplicamos a una empresa, implica estudiar cualquier actividad que pueda emitir ese carbono: comprar un ordenador, el transporte hasta el trabajo, etc. Por eso es muy importante entender bien el objetivo y la metodología el estudio para obtener un resultado realista. 

    En Alan, realizamos nuestro primer estudio de huella de carbono el año pasado sobre el conjunto de nuestra actividad en Francia, Bélgica y España en 2020. Junto con la agencia Carbo, recabamos todos los datos y estos fueron nuestros resultados. 

    💚 El estudio de huella de Carbono de Alan en 2020

    Estos fueron los resultados

    • Alan produjo entre enero de 2020 y diciembre de 2020 incluidos 898 tCO2e (toneladas de CO2)

    • Por cada Alaner, esto corresponde con un ~3,8 de tCO2e/persona, es decir 204 días de calefacción de gas. 

    • Llevado a nuestros ingresos, esto corresponde con ~30 gCO2e/€. La cotización anual media de Alan representa por lo tanto 18KgCO2e, es decir, lo que se emite al cocinar 9 comidas. 

    Más información del reporte completo en francés aquí.

    🔥 Limitaciones al ejercicio de la compañía

    Estos resultados, ¿son entonces buenos o malos? A decir verdad, es bastante difícil posicionarse. Para ello, debemos comparar con otras empresas de un sector similar, pero, debemos tener en cuenta que: 

    • Las empresas que a día de hoy hacen públicos sus resultados de huella de carbono son muy pocas, y por tanto, las bases de datos con las que comprarse carecen de mucha información

    • De entre los datos con los que contamos, parece que ninguna de las empresas llegan al final del estudio. Es decir, ninguna tiene en cuenta las emisiones que no implican su propio consumo de energía directamente, como por ejemplo, las emisiones de terceros con los que trabajan, si no que se limitan a medir lo estrictamente obligatorio por ley. Sin embargo, estas emisiones indirectas suponen en Alan un 93% de las emisiones totales, como suele ser habitual en una empresa de servicios. AXA, por ejemplo, no estudia las emisiones de tipo 3 (indirectas), incluso cuando está claro que en compañías de seguros o financieras estas emisiones son las más abundantes.. 

    • Alan, como partner de salud, se encuentra a caballo entre 2 sectores: el de la tecnología e internet y el de los seguros de salud. Teniendo en cuenta esto, ¿con qué comprarnos?

    • Finalmente, debemos considerar que nuestro estudio de huella de carbono fue realizado en el año de mayor confinamiento por la pandemia de COVID 19, lo que modificó muchas prácticas habituales de todos los trabajadores y con lo cual, su impacto sobre nuestra huella de carbono. 

    Con todo esto, podemos concluir que las emisiones de Alan en 2020 corresponde un 94% menos que una empresa de su mismo tamaño en el sector de los segurospero un 26% más que empresas del mismo tamaño en la industria tech (según los datos que hemos podido obtener). 

    Un estudio de huella de carbono debe ser analizado con muchas precauciones y considerando muchos factores ya que solo ofrece sólo una visión parcial de la contaminación provocada por la empresa. La mayor parte de las emisiones, a falta de datos físicos,  se calculan con el siguiente mecanismo: 

    X Euros gastados = Y Kg de CO2 emitidos.

    Y la correspondencia entre X e Y se realiza mediante factores de emisión monetaros, cuyos cálculos incluyen un alto número de suposiciones. 

    En el caso de Alan, sabemos que: 

    • Cerca del 50% de nuestra emisión de carbono está ligada a los servicios de soporte y a colaboradores terceros, cuyos datos de facturación no tenemos. Como son los abogados, expertos, consultores, agencias de comunicación, servicios de gestión. Este 50%, por lo tanto, está muy basado en supuestos relacionados con factores de emisión monetarios, que hacen a nuestro estudio menos fiable.

    • La huella de carbono generada por el teletrabajo, como por ejemplo, la electricidad consumida por un Alaner en su domicilio, no la consideramos, mientras que la la oficina, lógicamente, sí la tenemos en cuenta. Esto podría implicar algún que otro fallo en nuestros resultados para una compañía como la nuestra que promueve el “Work from Anywhere”. De hecho, podemos leer en recientes estudios que el teletrabajo no es tan bueno como parece para el medio ambiente.

    • Conseguir todos los datos necesarios para hacer esta auditoría ha sido un trabajo duro y minucioso, sobre todo para aquellos datos de proveedores y terceros que no siempre son transparentes con nosotros y no quiere conocer su impacto sobre el planeta. Esto nos ha hecho en muchas ocasiones, obtener medias extrapolables y hacer hipótesis y aproximaciones sobre sus emisiones.

    Los aprendizajes:

    A pesar de la complejidad del análisis del estudio, de él hemos obtenido grandes aprendizajes:

    • El uso de elementos digitales constituye una parte importante de la huella (alrededor del 20% del total de emisiones, unos 90 tCO2e/año) aunque no es el aspecto más importante. 

    • La actividad que más emisiones provoca es la actividad de nuestros proveedores e intermediarios, cuyo comportamiento medioambiental no podemos controlar (un 50% del total). 

    • En segundo lugar, se encuentra la publicidad online. Nuestros gastos de marketing (y más concretamente, las campañas de emailing) representan aproximadamente 188 tCO2e, es decir un 20% del total de emisiones. 

    • El impacto del uso de nuestras oficinas es relativamente bajo (alrededor del 13% del total, un 7% menos que la media de empresas con el mismo número de empleados). Pero, como hemos dicho anteriormente, no hemos incluido aquí el impacto de los Alaners que trabajan desde sus casas. 

    • Los viajes y desplazamientos representan menos del 1% (un 2,9 tCO2e aproximadamente), lo que tiene sentido dado las restricciones de circulación y salidas que vivimos en 2020.

    👣 Próximos pasos

    No hemos hecho más que empezar. 

    ¿Qué dice el estudio de huella de carbono de nuestro impacto?

    • Ya podemos ver los resultados de algunas medidas puestas en marcha por la empresa hace unos años. Por ejemplo, el beneficio del reembolso total del abono transporte y la subvención de medios de transporte menos contaminantes han permitido que nuestro impacto en lo que respecta a desplazamientos sea muy marginal. 

    • Además, podemos identificar los principales focos de emisión en los que tenemos que seguir trabajando. En primer lugar, debemos trabajar con nuestros colaboradores y proveedores. No tenemos muy claro el origen de su impacto (ya que muchos no han realizado su cálculo de impacto medioambiental y hemos tenido que recurrir al cálculo mediante factores de emisión monetarios). Tenemos claro que debemos trabajar en la sensibilización de estos actores y darles herramientas prácticas para que trabajen en reducir su impacto. Además, llegado el momento, también queremos elegir mejor nuestros partners, seleccionando aquellos más responsables con el medio ambiente. En segundo lugar, sabemos que debemos poner en marcha acciones más ambiciosas para reducir nuestro impacto en los principales focos de contaminación. Por ejemplo, hemos tomado la decisión de cambiar nuestro gestor de residuos.

    Este estudio fue la primera etapa en nuestro compromiso con ser una empresa responsable con el medio ambiente. Todavía nos queda mucho por hacer y por aclarar. Por ejemplo, debemos plantearnos objetivos de aquí a 5 y 10 años. A continuación, plantear qué prácticas nos van a permitir alcanzarlos y después decidir acciones concretas, y con sentido, para reducir nuestras emisiones directas e indirectas.

    Nuestro camino hacia ser actores defensores del ecosistema 

    Esta primera fase nos dio aún más ganas de comprometernos con la defensa de nuestro ecosistema y de hacer que las personas y actores que nos rodean se movilicen para cambiar la situación de deriva que lleva en este momento nuestro planeta. 

    Las acciones individuales en esta lucha pueden parecer insignificantes, pero la unión hace la fuerza y muchas pequeñas acciones pueden tener un gran impacto. 

    • En febrero de 2021, nos unimos al Board Impact, un comité con el objetivo de favorecer las buenas prácticas y hacer del ecosistema start-up francés, un ecosistema diverso, mixto y consciente con su impacto medioamebiental. 

    • En abril de 2021, decidimos firmar el Climate Act, un compromiso que atañe a más de 250 empresas, start-ups y scale ups, de medir su huella de carbono antes de finalizar el 2021, compartir las conclusiones y actuar con acciones concretas para limitar las emisiones identificadas. Creemos fuertemente en este compromiso, y este artículo nos sirve para recordarlo. 

    No perdemos de vista nuestra misión: hacer del cuidado de la salud una experiencia holística, proactiva y accesible a todos los europeos. Y para llegar a ello, queremos crear un sistema de salud más respetuoso con el medio ambiente también. 

    Es importante saber que, a nivel global, el sector salud representa un 5% de las emisiones de carbono. De hecho, el Shift Project, un proyecto francés comprometido con los desafíos que presenta el cambio climático, publicó el año pasado un estudio sobre la transformación de la salud hacia un modelo menos contaminante, lo que nos ha aportado buenas ideas para formar parte de la ecuación de mejora. Ahora, seguimos trabajando en reducir y analizar nuestra huella durante el 2021.

    Nuestro objetivo es contribuir a la reducción de la huella mundial. ¡El camino es muy, pero que muy largo, pero las vistas son estupendas!

    Publicado en 07/06/2022

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